Confiando en su fortaleza, un guerrero cabalga sobre su caballo y en su travesía se enfrenta valientemente a accidentes geográficos, vicisitudes del clima, temibles guerreros, serpientes venenosas, cíclopes furiosos, criaturas aladas, dragones y hasta a la furia de los dioses; sin embargo, ¿tendrá la audacia para derribar a su último contrincante?

Un hueco puede abrir la puerta a otro universo o puede contener cosas inesperadas. A partir de las creativas soluciones que sugiere un troquel en las páginas de este libro, se va hilando una sucesión de escenas que están conectadas por la lógica de la sorpresa y el asombro. ¿Qué podemos encontrar cada vez que pasamos cada página? ¿Qué relación existe entre las escenas que se conectan por esta figura que tienen en común? La idea de mundos que se encadenan, que van dando paso a nuevos escenarios, es el principio articulador de este divertido libro que invita a jugar y a predecir, pero sobre todo a dejarse sorprender. Un mago que saca del sombrero infinitos pañuelos; el tronco de un árbol que por dentro está lleno de insectos y pájaros y lombrices; un león que se convierte en el centro del circo y un volcán que guarda en su interior un río de lava donde va de vacaciones una comunidad de diablillos, van describiendo un multiverso que se despliega antes los ojos del lector de acuerdo con la lógica azarosa de la creatividad. Las anchas solapas sirven para diseñar un espacio donde infinitas ventanas dibujan un patrón geométrico de atractivos colores, por donde se asoman distintos personajes que esperan al lector al final del libro. La experiencia de lectura abre el apetito en la imaginación y llena al lector de imágenes que cobran vida justo cuando las páginas se cierran. Hueco es un libro interactivo, cuenta sin necesidad de textos el impredecible viaje que significa la lectura. Las imágenes de intenso colorido y ricas en detalles describen en cada doble página distintos ambientes, como el fondo del mar, el tronco hueco de un árbol, el interior de una montaña, un hormiguero, un circo, una ciudad… porque en definitiva cada lugar, minúsculo o colosal, puede abrigar su propio mundo. Así como del sombrero de un mago pueden surgir muchos objetos, de este libro brotan historias para ser contadas a medida que se van pasando sus páginas, poco a poco, cada una a la vez. Y así nutrir la experiencia compartida que detona el arte de inventar a partir de las imágenes. De forma inteligente confluyen aquí las posibilidades narrativas que un hueco en las páginas puede ofrecer, como si se tratara de un caleidoscopio que aprisiona infinitas piezas que destellan y cautivan por su poder hipnótico, el mismo de las inagotables expectativas que esta páginas ofrecen a sus desprevenidos lectores.

La perla es un libro sin texto. Un niño encuentra una perla en el fondo del océano y la convierte en un anillo improvisado que regala a su amante, anillo que será robado por una urraca y que pasará así de mano en mano y de lugar en lugar en un largo viaje pasando por la corona de una reina o el dique de un castor. Esto da lugar a un bucle narrativo en torno a la perla que recorre el mundo para volver a su punto de partida: las manos de ese niño que la convertirá de nuevo en anillo y se la regará a la que fue su compañera siempre. Ella lo lucirá en la misma mano que se mostraba al comienzo, pero con marcas del paso del tiempo. El libro, que es el viaje de la perla, dura una vida. La narración sin texto desarrolla una verdadera poesía de imágenes muy envolventes. Los detalles, cuya exploración y descubrimiento fascinará a lectores de todas las edades, enfatizan la riqueza visual, y permiten al mismo tiempo la apropiación inmediata por parte de niños pequeños. Esta historia evoca temas sensibles: lo azaroso de nuestro viaje, lo relativo del valor que adquieren las personas y las cosas, la fuerza de los sentimientos en la infancia, el paso del tiempo, la permanencia de las cosas en la redondez de esta perla inmutable…