Cuando Eliška salió del bosque en busca de gente, no tenía ni la más mínima idea de la que iba a liar: ¡ha puesto toda la ciudad patas arriba!¿Logrará encontrar un refugio y nuevos amigos en un entorno desconocido? Eliška no es un monstruo es un relato que nos cuenta que podemos sentirnos como en casa también en lugares en los que a primera vista no encajamos y que es importante no juzgar a los demás sin conocerlos.

En un valle inhóspito, donde ni había ni crecía nada de nada, vivía solitario Jožko. A menudo se sentía triste. Pero una mañana le esperaba una sorpresa detrás de su cabaña. Un enjambre de abejas que se había perdido y andaba buscando un nuevo hogar. Jožko estaba encantado de tener nuevas vecinas. Descubrió lo hermoso que es cuidar de otros y también lo importante que es comenzar por uno mismo si deseamos de verdad que las cosas mejoren