Las aguas del rio se mezclan con los cielos dormidos, para volver azules hasta las sombras en este juego de juntar palabras que se volvió libro. Libro que reúne, una vez más, a la madre con su hijo, a la adulta con su niña, a lo cotidiano con lo mágico. Las palabras hacen eso, retroceden el tiempo y lo adelanta, lo mezclan, lo dan vuelta del derecho y del revés, lo llenan de música, de maravilla, de candor y de silencio… el silencio del poema acunado en el alma y devuelto al aires como verso, dibujo o canción que estalla desde el azul en todos los colores imaginables. Desde las alas del colibrí, el perfume de las flore y la punta de los pinceles empastadas de añil, invoco ahora a todas las dulces palabras que formando un lazo de ternura indestructible en torno a Silvia y Oliverio se extiendan hacia todos los corazones que pronuncian y escuchan lo inefable. Marta Schwarz