Libros sin texto a todo color. Un contratiempo puede darnos lugar a descubrir otras cosas: jugar con la linterna, hacer sombras chinescas, mirar y descubrir el cielo estrellado...
Libros sin texto a todo color. Nada más divertido que agarrarnos a almohadonazos, hasta que aparece papá y nos reta, pero un almohadón que le cae a traición lo decide a "portarse mal" con nosotros.
Libros sin texto a todo color. Nos encantan los libritos, pero a veces también nos gusta rayarlos y romperlos, y después mamá los tiene que arreglar y enseñarnos a cuidarlos
Libros sin texto a todo color. Subirnos a un caballo de calesita puede hacernos imaginar fantásticos paseos, aunque lo más lindo es volver con papá y mamá.
Libros sin texto a todo color. La enfermedad de mamá hace que debamos cuidarla y hacer las cosas que habitualmente hace ella. Aunque cuando se reponga deba arreglar todo el lío que hicimos
Libros sin texto a todo color. Un simple paisaje es visitado por tres personajes (los colores primarios) con tarros de pintura que empiezan a colorearlo, utilizando sus colores en forma pura o mezclándolos con otros.
Libros sin texto a todo color. Aunque la televisión nos muestre a los seres de otros planetas como monstruos malignos, bien podemos imaginarnos un encuentro con ellos pleno de comprensión y amistad
Libros sin texto a todo color. Meternos a escondidas en la pieza de papá y mamá nos da ocasión de disfrazarnos y de encontrar cosas tan divertidas como un álbum de fotos algo viejas.
Libros sin texto a todo color. La hora del baño es una hora de travesuras, de juego, de cosas desagradables como el champú, y de divertirnos con papá y mamá.
Libros sin texto a todo color. Un barquito de papel en el agua que corre bajo el cordón de la vereda puede hacer que nos sintamos navegantes, ver una ballena y visitar una isla tropical con animales exóticos.