EL RESPLANDOR DE LO MARAVILLOSO
Existen imágenes o sensaciones que a veces nos producen un fugaz estado de fascinación, un desborde que va más allá de lo que percibimos a través de los sentidos. Se trata de momentos breves, similares a un milagro, de los que no deseamos salir y que tampoco queremos intelectualizar, pero que nos permiten vislumbrar las verdades más profundas. Ese efecto que el arte y la magia saben tener sobre nosotros, cuya irradiación depende del nivel de sensibilidad del individuo que lo experimenta, pero también del imaginario de la cultura a la que pertenece, es el resplandor de lo maravilloso. Este ensayo de antropología simbólica indaga en las oscilaciones que se producen entre lo real, lo concreto, lo "positivo" y el territorio de lo sagrado y lo suprasensible. En un mundo desencantado por el racionalismo y el positivismo occidentales, Adolfo Colombres concibe a esta experiencia como un eje por medio del cual es posible recuperar el encantamiento.
El Iluminismo apeló a la razón para emancipar al hombre de las tiranías, pero también para "liberarlo" de la magia, tildando de supersticiosos a los complejos universos simbólicos que significan la realidad, dando cuenta del origen de los seres y las cosas, esa fundación del sentido sin la cual no puede haber cultura. Su filosofía se convirtió así en un poderoso instrumento de dominación de los pueblos que privilegian la vía simbólica sobre la racional. Pero ninguna lógica funciona en el vacío, sino sobre escalas de valores específicas, las que determinan la racionalidad o irracionalidad de los actos. O sea que cada cultura posee su propia racionalidad, la que por lo general procura enriquecer, y no opacar, la esfera de lo maravilloso, teñida por las luces del mito y el arte.
El resplandor de lo maravilloso se detiene en distintas prácticas que despiertan esta experiencia: el arte, la magia, la música, el mito, la danza, el sexo, las sustancias alucinógenas, entre otras. Analiza su lugar en culturas de épocas y regiones geográficas diversas, incorporando a su reflexión observaciones de antropólogos, filósofos y escritores.
EL ZORRO QUE CAYÓ EN LA LUNA
LOS GUARANÍES
Los guaraníes constituyen una vasta familia cuyo horizonte cultural cubre la mayor parte de la región nororiental de la América del Sur. Su contexto es la selva, un espacio donde hasta la llegada de los españoles desarrollaron completamente su cultura y que proveía con abundancia todo lo que necesitaban para sustentarse. En sus orígenes un pueblo guerrero, los guaraníes desarrollaron asimismo un complejo y rico universo espiritual, religioso, que han sabido mantener hasta hoy a pesar de los embates sufridos por su mundo desde la conquista en adelante. Su famosa búsqueda de la Tierra Sin Mal, un territorio idílico que el guaraní aspira a encontrar en este mundo o en el otro, condensa su aspiración como pueblo. Serían también ellos los que sufrirían en mayor grado las reducciones forzosas que fueron en su momento las misiones jesuíticas.
El libro aborda exhaustivamente la cosmovisión guaranítica, su estilo de vida, sus vicisitudes históricas, sus influencias en nuestra cultura nacional y su presente