¡QUIÉN IBA A DECIR!
¡Quién iba a decir! es un libro para volver al asombro, esa condición propia de la niñez que está mirando el mundo por primera vez.
¿Qué nos produce asombro? ¿La diversidad del mundo o su unidad; a veces oculta, otras, manifiesta?
La sutileza del poema de Valeria Tentoni y la fuerza y alegría de las ilustraciones de Mariana Ruiz Johnson nos ayudan a intuir, jugando poéticamente, el origen y unidad de nuestros pequeños y múltiples universos. En una pequeña piedra hay una estrella, en un perro se esconde la semejanza con una nube, en una piedrita luce una estrella lejana
EL NIÑO QUE CARGABA AGUA EN EL COLADOR
EL CUERPO
Los poemas de El Cuerpo –así como los de La vista y Lo intacto, libros anteriores de Masin– derivan de películas. Pero son cinematográficos no por depender de la imagen en sí, sino por habitar una narrativa ya contada, una historia cuyo final ya conocemos, y hacer de ella algo intensamente nuevo. Por respirar, se puede decir, dentro de un cuerpo ajeno que se vuelve propio también. Con ternura y ferocidad, y con la empatía –eléctrica y radical– que la caracteriza, Masin nos recuerda que el gran milagro de vivir sería poder decir –decirnos– aunque la trama / esté llena de dolor, ni vos ni yo / cambiaríamos nada
JARDÍN DEL AIRE
Algunas mañanas mi abuelo y yo salimos de la casa sobre la vereda caen las hojas como estrellas de los árboles o del cielo por las dudas pedimos un deseo. Al igual que en otras propuestas de la autora, Escudero invita a niños y grandes a mirar el mundo desde la simpleza de las palabras hechas poesías. Un libro colmado de observaciones cotidianas, de emociones que se guardan en el bolsillo y se sacan -de vez en cuando- para volver a sonreír.
UN ÁRBOL CRECE Y NADIE LE PREGUNTA POR QUÉ
Este es el primer título de la naciente colección PERiQUITO de la editorial Portaculturas. Libros ilustrados a dos tintas en pequeño formato donde se cruzan un autor argentino y otro extranjero, pensando en los más chicos (y no tanto).
Todas las palabras que les damos a los otros, se quedan con nosotros.
Hay palabras para decir todo, hay palabras para decir casi todo, hay palabras para decir casi nada. Hay, incluso, palabras para decir absolutamente nada. Y para decir ciertas cosas que las palabras no dicen, nos quedamos sin palabras