Era una noche cualquiera de verano en la ciudad. Calurosa, ruidosa, bulliciosa. Y después… Las luces se apagaron, y todo cambió. Pero eso puede no ser un problema...
A Martina no le gusta leer. Ni libros, ni revistas, ni siquiera la lista del carrito de los helados. Entonces Martina conoce a Bonnie, la perra de la biblioteca. Leer en voz alta para Bonnie no es tan malo...