LA CONJURA DE LOS NECIOS
Una vez que se conoce a Ignatius Reilly resulta imposible olvidarse de él. Este tipo incómodo, inadaptado y sometido a la necesidad de conseguir trabajo se dedica a explicarnos el mundo a través de varios cuadernos. Por sus páginas se cuelan personajes entrañables o detestables, miserables y resignados, tristes u osados, hábiles y talentosos, torpes o engreídos, que se van encadenando irónicamente hasta formar un mosaico magistral. Un reflejo cruel del género humano que combina la tragedia y la risa casi a partes iguales. La novela trasciende, así, a ese protagonista de vida azarosa y divertida para convertirse en la crítica a una sociedad que, a menudo, castiga a quienes no siguen unos cánones determinados, a esos individuos cuya inteligencia queda solapada por un aspecto repulsivo y unas costumbres que sobrepasan lo excéntrico. Merecedora del Premio Pulitzer en 1981, La conjura de los necios es una lectura imprescindible