UNO, DOS, TRES, ¿QUÉ VES?
UNO, DOS, TRES, VAMPIRO ES
UN VIAJE EN PIJAMA
Contar ovejas puede que no sea un remedio del todo efectivo contra el insomnio. Cuando los niños no pueden dormir se les propone cerrar los ojos y contar ovejas imaginarias a medida que van saltando una valla, también imaginaria. ¿Y qué hacer, precisamente, cuando esa táctica fracasa? ¡Cambiar de animal! Una invitación a hacer un viaje inolvidable por otros mundos, aunque sea vestidos en pijama y con lo poco de energía que nos quede después de un día agotador