UN VIAJE EN PIJAMA
Contar ovejas puede que no sea un remedio del todo efectivo contra el insomnio. Cuando los niños no pueden dormir se les propone cerrar los ojos y contar ovejas imaginarias a medida que van saltando una valla, también imaginaria. ¿Y qué hacer, precisamente, cuando esa táctica fracasa? ¡Cambiar de animal! Una invitación a hacer un viaje inolvidable por otros mundos, aunque sea vestidos en pijama y con lo poco de energía que nos quede después de un día agotador