Chiqui tiene un papá mago que todas las mañanas le dice unas palabras mágicas. A Chiqui, esas palabras lo hacen estar tan contento durante todo el día que les transmite esa alegría a sus amigos. Como los compañeros de Chiqui tienen padres que les dan muchos consejos antes de salir de sus casas —que se laven los dientes, que tengan cuidado al cruzar la calle, que se apuren…—, están muy intrigados por el secreto de Chiqui. Una mañana deciden espiarlo y escuchan al fin las palabras mágicas: “¡Chiqui, que tengas un día feliz!”.