PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA
En esta obra, Paulo Freire propone crear una pedagogía de la esperanza que supere la "pedagogía del oprimido", por lo que sintetiza los grandes temas gestados en medio de las luchas sociales que convulsionaron a América Latina y a los pueblos del Tercer Mundo, y que provocaron las reflexiones sobre la necesidad de sobrevivir y de vencer el agobio de la dominación. El autor profundiza en la historia para mostrar las condiciones que dieron forma al pensamiento; descubre las tramas que envolvieron la vida, ideas y procesos sociales; muestra la tragedia de las discriminaciones, la extensión de la injusticia y el drama de los que lucharon. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social.
PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA
En esta obra, Paulo Freire propone crear una pedagogía de la esperanza que supere la "pedagogía del oprimido", por lo que sintetiza los grandes temas gestados en medio de las luchas sociales que convulsionaron a América Latina y a los pueblos del Tercer Mundo, y que provocaron las reflexiones sobre la necesidad de sobrevivir y de vencer el agobio de la dominación. El autor profundiza en la historia para mostrar las condiciones que dieron forma al pensamiento; descubre las tramas que envolvieron la vida, ideas y procesos sociales; muestra la tragedia de las discriminaciones, la extensión de la injusticia y el drama de los que lucharon. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social.
PEDAGOGÍA DE LA INDIGNACIÓN
¿Cuál es la indignación de la que habla el título de este libro, el último que escribió Paulo Freire? Tratándose de una obra suya, esa indignación está muy lejos de la rabia que se agota en sí misma. Es, más bien, una indignación política que apuesta a la construcción colectiva y a la esperanza. ¿Cómo enfrentar el reto de educar a los jóvenes para que no se conviertan en pequeños tiranos ni en seres inhibidos? Los padres y los profesores tienen que explorar una delicada tensión: dar libertad y autonomía y a la vez marcar límites, que equivalen a cuidar el entorno común y a respetar las diferencias. Se enseñan contenidos, pero también modos de habitar el mundo, de interpretarlo y de articular proyectos de cambio que se traducen en acción política: el objetivo no es `entrenar` a los jóvenes sino `formarlos` para una vida cada vez más compleja. Con extrema lucidez, Freire habla a si mismo de la violencia entre los adolescentes, que debe ser abordada con seriedad, sin estigmatizar a nadie, y de las revoluciones tecnológicas, que dificultan la transmisión generacional de valores y experiencias. El que hacer del maestro comprometido no es entonces la única preocupación de Freire, que analiza además las luchas sociales pacíficas que buscan la transformación sin caer en el voluntarismo, la conciencia ecológica, la alfabetización en la era de la televisión, y la educación de adultos. El tono y el discurrir de los textos son testimonio de la búsqueda más persistente del autor: un diálogo de igual a igual con los lectores, cifra del verdadero aprendizaje.
PEDAGOGÍA DE LOS SUEÑOS POSIBLES
¿Qué significa enseñar hoy? ¿Puede la escuela formar seres dispuestos al cambio, dialógicos, democráticos? ¿Y qué significa ser democrático en este momento de la historia? En Pedagogía de los sueños posibles, Paulo Freire se enfrenta a estos interrogantes con la certeza de que una escuela que no se reinventa, que no asume su tarea como un acto político, no hace más que reproducir el orden social y condenar a la repetición tanto a los docentes como a los alumnos. Frente a las visiones fatalistas o deterministas, concibe la historia como posibilidad, y para eso reivindica a los sueños como motor de transformación, y a la educación liberadora como una herramienta para hacer posible aunque sea una parte de lo imposible. Este libro, que presenta por primera vez en español los textos más personales del autor, aborda cuestiones básicas como las estrategias para evitar que la lectura y la escritura queden reducidas a una mera práctica burocrática, o el modo en que el diálogo y la oralidad pueden ser excelentes vías para trabajar contenidos pero también para construir, entre docentes y alumnos, un pensamiento esencialmente plural, es decir, no lineal y no individualista. Asimismo, Freire se concentra en los desafíos de la educación pública, la importancia de la formación docente, la función de la tecnología, el papel de los gremios, el problema de la rebeldía y la disciplina en la adolescencia. Las condiciones económicas, culturales, históricas y políticas de cada contexto presentan nuevas demandas metodológicas y tácticas. Es por eso que no hay recetas en las palabras de Paulo Freire. En estos ensayos, cartas y entrevistas, la teoría y la experiencia (la infancia, la militancia, las primeras prácticas docentes, el exilio) se entrelazan para señalar, con sabiduría vital, los caminos de la lucha contra el racismo, el sexismo, la destrucción del medio ambiente o contra cualquier otra forma de opresión.
PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO
Cuando aprendemos a escribir, no sólo copiamos letras o sílabas, sino que expresamos ideas y miradas, experiencias cotidianas y modos peculiares de decir. Alfabetizarse no significa repetir palabras, sino poder decir las propias. La teoría de Freire coloca a los sujetos en condiciones de replantearse críticamente las palabras de su universo para descubrirse y conquistarse y, así, asumir lúcidamente su condición humana. Este aprendizaje transformador es la vía que recorre Pedagogía del oprimido. Mientras que la educación que Freire cuestiona anula el poder creativo de las niñas y los niños y satisface de esa forma los intereses de una sociedad regida por la práctica de la dominación, su pedagogía liberadora propone alumnos y maestros que inicien juntos, como oprimidos, la tarea histórica de liberarse a sí mismos apropiándose del mundo que los rodea. Sin lugar a dudas, la obra más representativa de Paulo Freire y la de mayor influencia en el pensamiento pedagógico y social del siglo XX, el método de alfabetización que inaugura Pedagogía del oprimido sigue siendo indispensable para reflexionar sobre la práctica educativa también en el siglo XXI.
LA EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD
En esta obra, que Siglo XXI incluye en su Biblioteca Clásica de Siglo Veintiuno, Freire sostiene que la educación de las masas es el desafío fundamental de los países en desarrollo, que necesitan de una educación liberada de todos los rasgos alienantes, que se constituya en el motor del cambio social y construya una pedagogía "para la libertad". El autor, uno de los pedagogos más importantes del siglo XX, considera que dentro de las condiciones históricas de la sociedad, es indispensable una amplia concienciación de las masas a través de una educación que les permita reflexionar sobre su espacio y su tiempo. A la vez que está convencido de que la elevación del pensamiento del individuo, "que suele llamarse, apresuradamente, politización", comienza exactamente con esta autorreflexión que lo lleva a profundizar su toma de conciencia y, sobre todo, a transformar su inserción en la historia, ya no como espectador, sino como actor y autor. La pedagogía de Paulo Freire es, por excelencia, una "pedagogía del oprimido", que no postula modelos de adaptación ni de transición de nuestras sociedades, sino de ruptura, de cambio y de transformación total. La alfabetización y, por consiguiente toda la tarea de educar, sólo será auténticamente humanista en la medida en que procure la integración del individuo a su realidad nacional, en la medida en que pueda gestar en el educando un proceso de recreación, de búsqueda, de independencia y, a la vez, de solidaridad.
EL MAESTRO SIN RECETAS
¿Se pueden trasladar al aula las técnicas pedagógicas aprendidas en los libros? ¿Qué pasa cuando la teoría que un maestro estudió choca con la realidad de sus alumnos? ¿Cómo evitar el enojo y la frustración de un docente que probó todas las recetas y siente que fracasó? En este libro, Paulo Freire parte de estas preguntas para repensar la función de los métodos de alfabetización y, más general, del conocimiento especializado, que suele ocupar el lugar ideal del "deber ser" en vez de ser una herramienta más en el proceso educativo. A través del diálogo con colegas y estudiantes, Freire explica el alcance de los métodos para enseñar lectoescritura, que son imprescindibles pero insuficientes. Porque lo que está en juego no es sólo que los niños aprendan a leer, sino que desarrollen su capacidad de conocimiento y de creación de significado. Considerar la técnica como algo primordial es perder el objetivo de la educación: la lectura de las palabras es un paso necesario para abrirse a la lectura del mundo, y a la escritura y la creación personal. El entrenamiento técnico-científico de los educadores sólo es importante cuando permite pensar y decidir sin fórmulas preconcebidas sobre cuestiones decisivas: cómo acompañar el pasaje de la oralidad a la escritura, cómo hacer para que la palabra escrita no se burocratice y conserve la vitalidad de la lengua hablada, cómo partir de lo que traen los alumnos para desarrollar múltiples alfabetizaciones y discursos. Partiendo de su propia experiencia, reflexiona también sobre la alfabetización en ciencias y el modo de alentar la curiosidad epistemológica, la experimentación y el vínculo productivo con el error. El maestro sin recetas es, una vez más, un aporte fundamental de Freire en pos de una educación que vaya más allá de la instrucción básica, que ofrezca cada vez más contenidos y herramientas para ser verdaderos ciudadanos en un mundo difícil.
LA EDUCACIÓN EN LA CIUDAD
[…] todos hemos vivido la enorme satisfacción de ir construyendo, en un esfuerzo común, una nueva propuesta pedagógica en la Secretaría Municipal de Educación. No importa que, por nuestro compromiso, de vez en cuando hayamos experimentado agonías y sufrimientos.
A las personas les gustan y tienen el derecho de que les gusten cosas diferentes. Me gusta escribir y leer. Escribir y leer forman parte de mi lucha como momentos importantes. Puse este gusto al servicio de cierto diseño de sociedad, para cuya realización vengo participando, con un sinnúmero de compañeros y compañeras, en la medida de mis posibilidades. Lo fundamental en este gusto de que hablo es saber en favor de qué y de quién se ejerce.
Mi gusto de leer y de escribir se dirige a una cierta utopía que envuelve una cierta causa, a una cierta clase de nuestra gente. Es un gusto que tiene que ver con la creación de una sociedad menos perversa, menos discriminatoria, menos racista, menos machista que ésta. Una sociedad más abierta, que sirva a los intereses de las siempre desprotegidas y minimizadas clases populares y no sólo a los intereses de los ricos, de los afortunados, de los llamados "bien nacidos".
Soy leal al sueño. Mi acción ha sido coherente con él. Exigente con la ética, considero que ella tiene que ver con la coherencia con que se vive en el mundo, coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Por eso, no temo la crítica al trabajo que se realizó en la secretaría en estos dos años y medio, en que aquí estuve como secretario. Considero que la crítica, cuando se hace de manera ética y competente, logra que nuestras acciones se profundicen o se reorienten. Aprendemos con ellas.