EL TÚNEL DE AMANDA
PALITOS CHINOS
¿Puede haber algo más tentador que una periodista muuuuy curiosa?
Una mellizas rediscutidoras, unos jugadores con reglas especiales, una nena que aprende a andar en bici de un modo único…
Estas son algunas de las historias que nos cuenta Martina, una periodista sin igual, porque nos pone al día con cuentos y, además, floridas poesías sobre lo que pasa bien cerca de su casa.
Palitos chino. Cuentos y poesías de mi barrio es una antología de textos literarios narrativos y poéticos que revelan las andanzas de los vecinos de Martina. Se trata de cuentos y poesías que, a la manera de crónicas o aguafuertes costumbristas, ella publica en su diario barrial
TRABALENGUAS
En este libro hay un mundo de trabalenguas. ¿Qué te parece si jugamos a decirlos en voz alta? Para practicar de la A a la Z, protagonizados por la Bella, la Bestia, Pinocho o la Sirenita, y también donde los que se enredan son dinosaurios, pingüinos, tiburones o leones que lloran a montones en los montes. ¡Animate a estos desafíos!
PALITOS CHINOS Y OTROS CUENTOS DE MI BARRIO
En el barrio de Martina hay campeonatos de palitos chinos un tanto tramposos. Allí también vive una coleccionista apasionada por sus muñequitos, y algunas personas aprenden a andar en bici de un modo especial. Todos los vecinos se entretienen con distintos juegos. Y Martina disfruta contándonos sus historias
EL BAILE DE LOS PIES
EL DETECTIVE ENIGMO POCAPISTA
Enigmo Pocapista tiene las mismas habilidades que todos los buenos detectives: sabe caminar sobre las manos, atrapa mosquitos como nadie, es buenísimo contando chistes malos… ¿te parece que esas no son las habilidades de los buenos detectives? ¿Que tendría que saber encontrar pistas, perseguir malhechores, ser un maestro en el arte del disfraz? Bueno, cada cual con lo que sabe
LA CEBRA QUE SOBRA
¿Qué pasa si una cebra que sobra intenta meterse en un sobre? ¿Y si fantasmalmente se nos van los pantalones y nos quedamos en calzones?
En este libro se formó una divertida orquesta de personajes que cantan y bailan al ritmo inquieto de la poesía. Un camello lila escondido en una mochila, un león enamorado que canta boleros de amor, un perfume a primavera saliendo de la heladera, una lluvia de tomates a la hora del mate, una bruja embrujada, una monstrua asustada bajo la almohada, un perro quiquiriquiando porque le nació una cresta... ¡Y, sí, señores, ya está sonando la orquesta!