ZAMA
Publicada por primera vez en 1956, Zama es considerada de manera unánime como una de las grandes novelas del siglo XX en lengua española. Con una escritura bella y precisa, Antonio Di Benedetto narra la existencia solitaria y suspendida, a fines del siglo XVIII, de Don Diego de Zama, un funcionario de la corona española en Asunción del Paraguay que, víctima de una interminable espera, aguarda ser trasladado a Buenos Aires. La de Zama no es cualquier espera, se trata de una condición existencial, angustiosa y reflexiva, en un territorio caracterizado por la lejanía, la ajenidad y la disposición para el recuerdo. Zama es la novela de un exiliado castizo, con un lenguaje intemporal y arcaico, por momentos cercano al del Siglo de Oro. Se trata de un libro perfecto, donde la cualidad filosófica se desprende naturalmente de una prosa deslumbrante
ZAMA
Publicada por primera vez en 1956, Zama está considerada de manera unánime como una de las grandes novelas del siglo veinte en lengua española. Con una escritura bella y precisa, Antonio Di Benedetto narra la existencia solitaria y suspendida de Don Diego de Zama, un funcionario de la corona española en Asunción del Paraguay que, víctima de una interminable espera, aguarda ser trasladado a Buenos Aires a fines del siglo XVIII. La de Zama no es cualquier espera, se trata de una condición existencial, angustiosa y reflexiva, en un territorio caracterizado por la lejanía, la ajenidad y la disposición para el recuerdo. ‘Zama’ es la novela de un exiliado castizo, con un lenguaje intemporal y arcaico, por momentos cercano al del Siglo de Oro. Se trata de un libro perfecto, donde la cualidad filosófica se desprende naturalmente de una prosa deslumbrante. «‘Zama’ es la gran novela americana». J.M. Coetzee «¿Por qué hacer una película de Zama? Porque pocas veces en la vida se puede emprender una excursión irreversible y exquisita entre sonidos e imágenes a un territorio decididamente nuevo.» Lucrecia Martel
EL SILENCIERO
Aparecida por primera vez en 1964, esta novela prosigue el soliloquio narrativo iniciado con Zama en 1956 y que se prolongará en Los suicidas, publicada en 1966, formando un sistema tácito que se propone representar el mundo (…). Del abandono cósmico de Zama al inventario metódico de las circunstancias y de las razones que pueden legitimar el suicidio, el hombre de Di Benedetto vive acorralado por el ruido destructor del mundo. Y el silenciero –neologismo admirable que ilustra la precisión conceptual de Di Benedetto y su capacidad para aprovechar las delicadas evocaciones del habla–, ese personaje sin nombre encerrado en su universo persecutorio, que solo logra eternizar la tortura cuando decide neutralizar sus causas, es una figura eminente entre las muchas que se perfilan en el paisaje inconfundible de sus relatos.
TRILOGÍA: ZAMA-EL SILENCIERO-LOS SUICIDAS
«Las tres principales novelas de Antonio Di Benedetto, ‘Zama’, ‘El silenciero’ y ‘Los suicidas’, en razón de la unidad estilística y temática que las rige, forman una especie de trilogía y, digámoslo desde ya para que quede claro de una vez por todas, constituyen uno de los momentos culminantes de la narrativa en lengua castellana del siglo XX. En la literatura argentina, Di Benedetto es uno de los pocos escritores que ha sabido elaborar un estilo propio, fundado en la exactitud y en la economía y que, a pesar de su laconismo y de su aparente pobreza, se modula en muchos matices, coloquiales o reflexivos, descriptivos o líricos, y es de una eficacia sorprendente. Su habilidad técnica es también asombrosa, y si bien es la tensión interna del relato la que organiza los hechos, esa maestría excepcional los destila sabiamente para darles su lugar preciso en el conjunto. De sus construcciones novelísticas, el capricho está desterrado. Su arte sutil va descartando con mano segura las escorias retóricas para concentrarse en lo esencial. Los que hacen derivar la novela de la épica, con buenas razones históricas probablemente, deberían darse por vencidos: en esta trilogía poco común, las chafalonías melodramáticas y morales de la épica ya no tienen cabida. Los personajes de Di Benedetto se debaten, apagadamente podría decirse, clavados a su imposibilidad de vivir, como un insecto todavía vivo en una lámina de naturalista, por la punta hiriente de alguna obsesión, la esperanza irrazonable, el suicidio, los ruidos «que alteran el ser». Me resulta imposible no abordar antes de terminar un tema central de la literatura argentina: la prosa narrativa de Antonio Di Benedetto. Es sin duda la más original del siglo y, desde un punto de vista estilístico, es inútil buscarle antecedentes o influencias en otros narradores: no los tiene. Como, a estar con la cosmogonía judeocristiana, el mundo en que vivimos, el estilo de Di Benedetto parece surgido de la nada aunque, superior en esto a nuestro mundo, que le requirió a su creador seis días para ser completado, su prosa ya estaba enteramente acabada y lista para funcionar desde la primera frase escrita.» Juan José Saer